El 8 de diciembre de 1841 Don Bosco conoce a Bartolomé Garelli en la sacristía de San Francisco de Asís. Ahí comienza la labor pedagógica y educativa de los Salesianos, con un joven de 16 años huérfano, abandonado y analfabeto que sólo sabía silbar pero al que el santo de los jóvenes conquista con su cercanía y gana para siempre.
A los tres días del encuentro de Don Bosco con Bartolomé Garelli,el sacerdote a recogido de las calles de Turin o a 9 jóvenes más; y seis meses más tarde sus muchachos suman 80. Así nace el Oratorio Salesiano. Más de uno de aquellos mismos muchachos que encuentran en Don Bosco un padre y un maestro quieren “llegar a ser como él”. Y así nace la Congregación con el nombre de Sociedad de San Francisco de Sales.
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